Está por terminar el año y quizás ya estás pensando en lo que quisieras lograr el 2021, sin embargo, antes de pasar a definir metas, es necesario evaluar el año que termina.

Podemos decir que el 2020 ha sido un año bastante diferente a los demás, un año que rompió la estructura del mundo que conocíamos y que nos obligó a cambiar.

Digo que nos obligó a cambiar porque literalmente hubo que adaptarse a una nueva forma de vida, como por ejemplo a trabajar desde casa, a estudiar desde casa, a no poder reunirte con familiares o amistades, a no poder hacer las actividades regulares a las que estábamos acostumbrados.

Todos conocemos muy bien toooodos esos cambios a nivel social o de estructura, pero en este artículo quiero invitarte a pensar en los cambios internos que tuviste y en todo aquello que si lograste aún a pesar de la pandemia.

Evaluando el año que termina

La idea de evaluar el año no implica etiquetarlo como bueno o malo, la idea es dedicar un tiempo a pensar en todo lo que ocurrió durante ese año.

Incluye pensar en lo que lograste, lo que aprendiste, lo que no te salió como esperabas, entender en qué puedes mejorar o en qué necesitas cambiar, recordar momentos, atesorar recuerdos.

A veces hay tendencia a enfocarse en lo que negativo, en lo que falta, en lo que no se hizo y se deja de lado lo que si se vivió, y cuando te das cuenta dices Wow!, hice todo esto y casi no lo recordaba.

Evaluar el año que termina implica poder decir ¡Gracias 2020! y mirar ahora si con entusiasmo el 2021.

Para evaluar tu año escoge un par de horas que puedas dedicar a esta actividad, idealmente hazlo en un lugar tranquilo donde no vayas a tener interrupciones, agarra tu lápiz o bolígrafo y una hoja para que puedas escribir todas tus respuestas.

Empecemos!!

1) ¿Qué logros tuve en este año?

Si tenías metas específicas entonces anota todas aquellas que pudiste cumplir, sino, empieza a pensar mes por mes todo aquello que hiciste y que lograste.

No creas que todo logro tiene que ser algo extraordinario, o algo super complejo, piensa también en los pequeños logros, que quizás no te lo habías planteado pero que cuentan como un logro.

Por ejemplo, hiciste una limpieza profunda de tu armario, clasificaste ropa para donar, para regalar, para tirar y para conservar.

No es una meta que uno se plantea al inicio del año, pero hey, organizar el armario es una tarea que lleva tiempo, esfuerzo y ganas, y que seamos honestas, solemos aplazar y aplazar, así que para mi cuenta como un logro, si señores!.

2) ¿De qué me siento orgullosa este año?

De todos los logros que anotaste anteriormente, ¿hubo alguno que te hizo sentir orgullosa?.

Pueden haber otras razones para sentirte orgullosa por fuera de tus logros, por ejemplo:

puede ser que pudiste adaptarte al trabajo remoto y no perder tu rutina ni tu desempeño laboral, o haber estudiado con la nueva modalidad de aula virtual y haber aprobado las materias, haber podido sobrellevar las clases virtuales de tus hijos.

Vamos, piensa, seguro hay algo.

3) ¿Qué charla/conferencia/libro/podcast tuvo un impacto en mi?

Seguro asististe a alguna charla virtual, masterclass, o viste alguna charla TED previamente grabada, entraste al mundo de los podcast, leíste uno o varios libros, o simplemente viste algún documental.

De todo ello, piensa cual tuvo un impacto en ti, cual sembró en ti una semillita de cambio, o te impulsó a querer seguir aprendiendo, o simplemente te hizo sentir consuelo y alivio.

4) ¿Qué aprendí de mi misma este año?

Sin lugar a dudas fue un año para hacer mucha introspección, entonces, responde con toda sinceridad que aprendiste sobre ti, que descubriste de ti misma que antes no habías podido observar.

Yo aprendí que soy muy adaptable a los cambios, que estoy incorporando más el dejarme fluir y que no me asusta tanto la incertidumbre, y lo mejor es que me está gustando, lo estoy disfrutando.

5) ¿Qué aprendí de esta pandemia?

Puede ser una pregunta complicada de responder, porque seguramente viviste situaciones difíciles, sin embargo, siempre se aprende algo de las nuevas situaciones por las que atravesamos.

Intenta no enfocarte en lo negativo que pudo haberte ocurrido y empieza a pensar en que te enseñó todo eso.

Podría ser: a valorar lo que tenías y dabas por sentado que siempre tendrías, a ser más agradecida, a ser más amorosa con tus seres queridos, a dedicarte más tiempo a ti, a no dejarte en último lugar.

6) ¿Por que momento/persona/experiencia agradezco?

Puedes escoger una de las tres opciones o responder todas.

7) ¿Qué hice este año por fuera de mi zona de confort y como me sentí?

Esta pregunta va enfocada a aquello que te aventuraste a hacer a pesar de que te incomodara, a pesar de que tenías miedo, a pesar de tus dudas.

Y lo importante es describir como te sentiste, que experimentaste mientras lo hacías.

8) ¿Qué hice este año por primera vez?

Aquí podrías incluir un lugar nuevo que conociste quizás, pero como el 2020 no fue el año de los viajes entonces mejor pensar en otra cosa, por ejemplo, celebrar tu cumpleaños de forma virtual.

9) ¿Qué cosas mejoré en mi vida personal?

Aquí puedes incluir temas a nivel espiritual, de relaciones, de amistades, familiares o de crecimiento personal.  Cualquier cambio que te haya ayudado a mejorar.

10) ¿Cómo evalúo a nivel general este año?

Una vez que has respondido todo lo anterior y que has podido reflexionar sobre tus logros, lo que te hace sentir orgullosa, lo que aprendiste, lo que tuvo un impacto en ti y lo que te atreviste a hacer, entonces ahora si puedes evaluar tu año completo.

Como dije al inicio, no tienes que hacerlo con una puntuación o con una clasificación de bueno o malo, aunque si te sientes cómoda haciéndolo así pues adelante.

Pero yo te propongo que en su lugar le asignes una palabra, algo que para ti signifique el 2020, puede ser Aprendizaje, Descubrimiento, Reinvención.

En mi caso me quedo con la última, pues ha sido un año de reinvención a nivel profesional y personal también.

11) ¿En qué tengo que mejorar o en qué tengo que cambiar?

Y para finalizar este proceso de reflexión es importante identificar aquello en lo que debas mejorar y/o cambiar, para que puedas ponerlo como propósito de tu nuevo año y empieces a establecer un plan de acción.

Conclusión

Evaluar el año que termina es importante, nos ayuda a reflexionar sobre todo lo vivido y también a entender qué aspectos del año que termina queremos continuar, mejorar o cambiar en el siguiente.

Te ayuda a ser agradecida por el año vivido, con sus experiencias buenas y las no tan buenas.

¿Qué te pareció esta actividad?

Déjame tu comentario sobre que te pareció la actividad, o respondiendo alguna de las preguntas de reflexión.

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