“Amiga, tienes una compresa que me prestes” se escucha casi en un susurro, mientras del otro lado, la amiga busca en su cartera la compresa/toalla sanitaria chequeando con sus ojos en todas las direcciones que nadie la esté observando, y casi como si estuviera entregando un paquete de alguna droga se lo pasa rápidamente y con el mayor disimulo a su amiga, a quién Andrés le hizo la visita del mes.
¿Te sonó familiar?, quizás alguna de las dos protagonistas fuiste tú, o tal vez solo fuiste espectadora de esta escena entre 2 amigas.
Aún hoy en día hablar sobre la menstruación sigue siendo un tema tabú, no al mismo nivel que en el pasado, pero sigue estando presente ese estupor de mencionar la palabra menstruación enfrente de un hombre o un grupo de hombres.
No por nada sigue siendo común decir las siguientes frases para explicar que estamos en el periodo de menstruación: “estoy en mis días”, “estoy con Andrés (el que llega cada mes)”, “estoy indispuesta”, “estoy enferma”, “me llegó la regla”, “me visitó la señorita de rojo”.
Cuando algo deja de ser tabú se lo llama por su nombre, no se lo adorna para que quede más sutil ante los oídos de los demás.
Con este post mi objetivo es ayudarte con lo siguiente:
- Primero, a que aprendas a dejar de sentir vergüenza por un proceso natural de tu cuerpo y que lo transites desde el lado del amor hacia ti misma.
- Segundo, que entiendas cómo se originó este tabú y por qué el aceptar tu proceso te ayuda en tu crecimiento personal.
- Por último, quiero que conozcas tu cuerpo, que entiendas las diferentes energías que transitas durante tu ciclo completo que generan tus distintos tipos de ánimos y emociones.
Historia: ¿Cómo se origina el tabú en la menstruación?
La asociación de la menstruación con algo malo y vergonzoso viene desde los tiempos de antaño, y ha estado presente en todas las culturas.
La connotación negativa a la menstruación según algunos filósofos es dado por el misterio y el miedo a la sangre. A la mujer se la ha considerado impura y el sangrado se asociaba en algunos casos a maldiciones o supersticiones.
Los persas consideraban que la mujer que recién había parido y aquella que estuviera con su menstruación eran impuras, y por lo tanto eran separadas y aisladas por varios días.
En India por su parte, en el siglo VI a.C. existían ritos de purificación donde la mujer menstruante se bañaba varias veces seguidas en el río, se frotaba con lodo, se lavaban bien los pies y las manos y luego se sumergía nuevamente en el río, repitiendo este proceso muchas veces.
En el antiguo testamento, en el libro de Levíticos se habla que la mujer debe ser apartada por ser considerada inmunda y de esta forma no contaminar a nadie, la mujer era inmunda por 7 días y al octavo debía llevar al tabernáculo de reunión dos tórtolas, una para ofrecer en holocausto y la otra como sacrificio para expiación del pecado.
Isidoro de Sevilla en el siglo VI le otorgaba diversos males a todo aquello que tuviera contacto con la sangre menstruante, los frutos nos germinarían, se debilitarían las hierbas, lo árboles perderían sus frutos, el bronce se volvería negro, incluso tan poderosa era considerada que hasta el betún asfáltico podía desintegrarse al contacto con ella.
Recién para el siglo XVII, el médico Egner de Graaf, descubrió la presencia de los folículos en los ovarios y pensó que podía tener relación con la reproducción.
En el siglo XX es cuando finalmente se comprendió el origen y las funciones fisiológicas de la menstruación.
¿Cómo es el concepto de la menstruación en la sociedad hoy en día?
Ahora entendemos que la connotación negativa respecto a nuestra menstruación viene arrastrada por siglos, si bien ahora se entiende que es una función fisiológica ligada directamente a la reproducción, aún el tema no es tratado con naturalidad.
Es la madre la encargada de conversarlo con la hija, se sigue manteniendo el concepto de que en nuestros días de sangrado estamos “enfermas”, se sigue vinculando la sangre con algo sucio y malo, se ve como en las películas el novio/padre se siente incómodo al ir a comprar los productos menstruales.
¿Cómo viviste tu primera menstruación, conocida como menarquia?, seguramente ya sabías sobre el tema, en la escuela y en casa te hablaron sobre esto, pero, ¿en algún momento sentiste vergüenza?, ¿podías hablar de esto si habían hombres en el grupo?.
Recuerdo que cuando me llegó por primera vez y se enteraron mis papás lo primero que les pedí es que no se lo cuenten a mi hermano mayor, si, me dio vergüenza, empezaba una etapa nueva y no sabía cómo la iba a enfrentar.
¿Cómo has vivido los malestares propios de la menstruación, en el antes y/o en el durante?. Quizás eran dolores tan fuertes que sentías que la menstruación era un castigo, deseabas que no existiera, deseabas no tener que menstruar todos los meses por 30 años.
Pues el mismo sentir tenían otras mujeres, que, aunque no padecían tantos malestares, si se sentían incómodas de tener que usar compresas, de las posibles manchas o de tener que “dejar de hacer ciertas actividades”.
No es de asombrarse que todas estas ideas se vean (o veían) reflejadas en los comerciales, y que por ende hayan influido más en la poca aceptación de la mujer con su ciclo.
En esos anuncios veíamos reflejarse nuestros temores pues se representaban las manchas en la ropa, o la imposibilidad de realizar ciertas actividades, como andar en bicicleta o nadar.
Incluso, para matizar un poco más el ambiente de vergüenza, con el supuesto de que podía herir susceptibilidades, no se representaba la sangre con su color real, en su lugar usaban un líquido azul para probar lo absorbente que era la toallita.
¿Quién menstrúa con color azul me pregunto yo?.
Al transmitirnos vergüenza nos generan culpa, culpa por ser mujeres y menstruar, originan que no se hable del tema, y por lo tanto, nos quitan lo más importante, el poder de la información, que tanto nos sirve para poder conocernos y transitar nuestros ciclos de mejor manera.
via MEME
Como ves, el tema no es libre, sigue existiendo un trasfondo de vergüenza por menstruar todos los meses, hay mucha desinformación y mitos a su alrededor.
Ahora, está en ti empezar a naturalizarlo, dejar de luchar y/o quejarte del periodo y más bien entenderlo, de esta manera lograrás más seguridad en ti misma, empoderamiento al conocer cómo funciona tu cuerpo en cada una de las etapas del ciclo, y lo beneficioso es que esa seguridad se verá reflejada en tu día a día.
Arquetipos: el ciclo menstrual y sus energías
Un 90% de las mujeres tenemos periodos conocidos como regulares, que van entre los 21 a 32 días, estos días están divididos por 4 etapas: menstruación, pre-ovulación, ovulación y pre-menstruación.
Juntando las leyendas y la mitología la escritora Miranda Gray, en su libro Las 4 Fases de la Luna Roja, compara el ciclo menstrual de la mujer con el ciclo de la luna y representa las 4 fases con arquetipos, donde las energías van fluyendo entre ellas durante el ciclo.
La Bruja
Su fase del ciclo es la menstruación, es una fase de introspección, donde comienza un ciclo y termina otro, se deja atrás lo viejo y se da la bienvenida a lo nuevo, es momento para escuchar el ser interior y conectar con lo más profundo del ser, para esto es necesario el descanso.
El cuerpo tiene menos energía por lo que forzarnos a seguir con nuestras actividades cotidianas (ya que es muy difícil dejar de hacerlas) podrían generar irritación y cansancio. Las emociones aparecen con más facilidad y hay mucha sensibilidad, así como necesidad de silencio.
La Virgen
Su fase del ciclo es la pre-ovulación, es la fase dinámica y de acción. El cuerpo se prepara para gestar un nuevo óvulo.
En esta fase hay sensación de energía, fuerza y entusiasmo, por lo que la mujer tiene la capacidad de planificar, fijar objetivos e ir por ellos, hay más concentración en el trabajo.
La energía también se refleja en la necesidad de estar más activa, hacer más ejercicio, estimular al cuerpo. Menos reposo y más ganas de sociabilizar.
La Madre
Su fase del ciclo es la ovulación, conocida como la fase expresiva.
La energía se expresa hacia afuera, en consonancia con la abnegación y cuidado de los otros, con amor y protección.
La mujer estará más abierta a escuchar los problemas de los demás, a dar consejos, la gente tenderá a buscarla. Es una fase para crear, que se puede expresar en la cocina, dibujando, escribiendo, decorando.
La Hechicera
Su fase del ciclo es la pre-menstruación, es una fase creativa y de energía para adentro.
Puede ser una etapa dramática, donde la mujer se siente agitada, frustrada, disminuye la capacidad de concentración. Se dice que la energía que se acumula para crear una vida, que finalmente no fue fecundada, fluye a través de la creatividad.
Pueden haber deseos de aprender actividades relacionadas con lo espiritual, ya que hay menos tolerancia a lo mundano. La intuición crece y la capacidad para soñar.
Conclusión
Aprender a reconocer las energías a través del ciclo menstrual te ayudará a conocerte y a saber manejarte mejor en esos momentos, fluyendo libremente con esas energías, entendiendo tus cambios, aceptándolos, abrazándolos y sobre todo aprovechándolos.
Deja de vincular a la menstruación con enfermedad, a la sangre como algo sucio o un desecho. No escondas los productos de gestión menstrual por no herir “susceptibilidades”, no dejes de hablar del tema si hay hombres presentes, empieza a naturalizarlo.
Te comparto una frase muy acertada de la doctora Anna Salvia, psicóloga en educación y salud sexual: “sanando la maldición de la menstruación, se sanan muchas otras heridas asociadas a la feminidad y a la sexualidad, puesto que yacen bajo la misma condena”.
Te invito a sanarte, a través del descubrimiento de tu ciclo y la conexión con él.